Los lentes de sol y los niños
Al igual que las de los adultos, los lentes de protección solar deben ser homologadas, ya que, de lo contrario, podrían perjudicar gravemente la salud visual, por lo que a la hora de adquirirlas se recomienda acudir a centros ópticos especializados y contar con un asesoramiento profesional.
En cuanto al tipo de material, en niños es preferible optar por lentes orgánicas como primera elección, pues son más resistentes a la rotura y, en caso de impacto, son más seguras.
A la hora de elegir los lentes de sol para los niños es importante también asegurarse de que cubran bien todo el ojo y que la lente no dificulte la visión, pues no debemos olvidar que, a estas edades, el sistema visual de los más pequeños se encuentra, todavía, en pleno desarrollo.
Riesgos de patologías oculares
La sobreexposición a la radicación solar en los ojos puede producir consecuencias a corto plazo, como conjuntivitis o queratitis (quemaduras solares), que se manifiestan en forma de lagrimeo, ojo rojo, picor o dolor, pero también provoca patologías oculares más graves a largo plazo, como cataratas, alteraciones en la conjuntiva, la córnea y esclera o lesiones degenerativas en la retina (degeneración macular).
Al ir a la playa o a la piscina, es aconsejable siempre tener a mano suero estéril o lágrimas artificiales sin conservante para lavar bien los ojos en caso de irritación o entrada de sustancias o cuerpos extraños.
En gafitas te ofrecemos una amplia variedad de lentes de sol para tus hijos, contamos con modelos para niños desde los 3 añitos.