¿Cómo y cuándo hay que revisar la visión a los niños?
Todos los niños y niñas deberían hacerse una revisión oftalmológica alrededor de los 18 meses de edad. Cuando son pequeños, no son capaces de decir si ven bien o no, por lo que una revisión oftalmológica puede detectar y prevenir la pérdida visual que en algunos casos, si no se trata a tiempo, puede ser irreversible.
Algunos problemas, como la ambliopía u ojo perezoso, pueden tratarse en bebés y niños pequeños pero pueden ser irreversibles una vez se alcanza la madurez de la vía visual (a partir de los 8 años de edad).
Además, siempre se debe consultar al oftalmólogo pediátrico si los padres, los profesores o el pediatra observan algún síntoma o señal de alerta.
Síntomas y señales de alerta
Ante cualquiera de los siguientes síntomas es aconsejable realizar una revisión completa por parte de un especialista en oftalmología pediátrica:
- Bajo rendimiento escolar
- Falta de atención y concentración
- Rechazo de actividades como leer, pintar o juegos que requieren enfocar de cerca
- Posiciones no naturales de la cabeza (ladea la cabeza para enfocar)
- Tendencia a acercarse mucho al televisor o a la hoja de papel al leer o escribir
- Dolor de cabeza u otras alteraciones neurológicas
- Cierre de ojos para mirar a lo lejos
- Dificultad para distinguir los colores
- Molestia frente a la luz
- Enrojecimiento de los ojos
- Manchas blanquecinas en la zona de la pupila
- Desviación ocular
- Lagrimeo
- Dolor de cabeza u otras alteraciones
- Visión doble o diplopía
- Visión borrosa
- Revisiones oftalmológicas recomendadas
En Gafitas realizamos este servicio para niños a partir de los 3-4 años.
Cuando el niño empiece en la escuela, o en cualquier momento en el que exista una sospecha de un posible problema ocular, es necesario realizar una revisión oftalmológica para detectar cualquier desalineación o problema de refracción, entre otros.
La hipermetropía es el defecto refractivo más común en esta franja de edad. Se puede corregir con el uso de lentes de medida.