Ojo perezoso infantil ¿Tiene solución?

El ojo perezoso en niños se puede corregir siempre y cuando se detecte y trate a tiempo, es decir, antes de los 7 u 8 años. Por ello la importancia de hacerle su primera revisión visual a los 3 o 4 años de edad.

El tratamiento consiste en realizar terapia visual mediante el uso de lentes. Si este tratamiento no fuera suficiente también se puede tratar tapando (oclusión) el ojo que tiene una adecuada visión con parches o filtros. Así se estimula la visión del ojito perezoso.

¿Por qué tu hijo tiene ojo perezoso?

El ojo perezoso surge cuando el ojo no se utiliza en la misma medida que el otro. Por lo general, el ojo perezoso aparece por estos motivos:

Consecuencia del estrabismo, es decir, un ojo mira en otra dirección.

Cuando el niño tiene una gran diferencia de graduación entre ambos ojos (anisometropía).

En estos casos el cerebro recibe dos imágenes diferentes, una por cada ojo, por lo que termina ignorando o desechando la que recibe de uno de ellos. Esto hace que los mecanismos del ojo “ignorado” por el cerebro dejen de funcionar por falta de uso y así pierde su funcionalidad.

Otra causa que puede conllevar el desarrollo de ojo perezoso es la siguiente:

Padece opacidades de medios (las estructuras por las que pasa la luz hasta la retina no son transparentes). Esto es frecuente en niños con catarata congénitas.

Signos que alertan de que tu hijo tiene ojo perezoso

Los padres y profesores deben conocer muy bien los signos del ojo perezoso para que puedan detectarlo y acudir a revisar la vista del niño en el oftalmólogo. Los síntomas que deben tener en cuenta son:

  • Si tuerce uno o ambos ojos, de manera puntual o constantemente
  • Si cierra un ojo para enfocar
  • Si tiene dolores de cabeza
  • Si inclina la cabeza cuando está llevando a cabo tareas que requieren esfuerzo visual
  • Si se frota o guiña los ojos con frecuencia

También deben acudir a la consulta de la Unidad de Oftalmología Pediátrica para diagnosticar a tiempo el ojo vago o ambliopía cuando haya nacido prematura, existan antecedentes familiares de ambliopía, problemas de retina o altas graduaciones de miopía, hipermetropía y/o astigmatismo.

La prevención y diagnóstico precoz del ojo perezoso

La mejor forma de prevenir o diagnosticar a tiempo el ojo vago es acudiendo periódicamente a revisiones oftalmológicas. Los profesionales apuntan que es recomendable un examen oftalmológico completo al niño cuando nace y a los seis meses. A partir de esta fecha pueden hacer revisiones cada dos años, salvo indicación contraria del oftalmólogo.

Cuando el niño tenga 3-4 años se realiza la primera valoración de agudeza visual que ayuda a detectar a tiempo el ojo perezoso.